Me hubiera sido más fácil poner un simple número, pero este hecho histórico merece que se escriba co

n todas las letras. Situénse y tomen posición para leer y ser partícipes del hito más grande conocido en el baloncesto moderno, estarán pensando en la Copa de Europa del Madrid en Zaragoza, los 63 puntos de Arlauckas a la Kinder, el 81-36 del Madrid al todopoderoso Limoges, el tapón de Vrankovic a Montero, el oro del mundial de Japón, la actuación de Ricky Rubio en el Europeo, Jordan y sus anillos, los mates de Spud Webb o más recientemente la canasta de Hunter sobre la bocina ante el Bilbao; todos esos hechos y muchos más que no cabrían aquí, hacen de este deporte, el más bello que existe, pero todo ello superado y con creces con lo que les transmito a continuación. Es una pena que esto no haya trascendido para que el Maestro Cebrián lo hubiera narrado como sólo el sabía, así que intentaremos hacerlo lo mejor posible. Transcurría la primavera del 2007 y el CB Consuegra se preparaba a disputar su último partido liguero en casa, que sería la despedida de Justo, la competición segunda autonómica, el rival Polán, que nos había ganado en su cancha en uno de nuestros peores partidos de la temporada, teníamos ánimos de revancha, pe

ro una modificación del calendario hizo que solo 6 de nuestros MIB acudieran a la cita con la historia. El partido no empezó nada cómodo y nada hacia presagiar que el envite fuera a ser fácil, distancias mínimas pero siempre en contra, siendo el momento determinante el minuto 25 de partido en el cual los MIB perdían a su segundo jugador por faltas personales, por lo que solo quedaron cuatro guerreros sobre la pista, con 15 minutos por delante y 8 puntos abajo en el marcador; el panorama no podía ser más desolador. Pero contra viento y marea, rompiendo el guión cruel ante la despedida de nuestro 11, estos cuatro hombres, se convirtieron en guerreros nacidos por y para el basket, con ardua tarea defensiva y virtuosismo ofensivo, lograron la gesta de más renombre que se fraguase jamás en estos lares, consiguiendo sobreponerse ante tanta adver

sidad y venciendo aquel partido que los llevaría irremisiblemente a la gloria. Han pasado unos meses desde la citada fecha, pero adquirirá mayor importancia, como el buen vino, con el paso del tiempo y de los años, yo los conocí y tuve el placer de compartir vestuario con ellos, pero la gente hablará y no parará de la grandeza de estos cuatro hombres, que la leyenda convertiré en seres mitológicos. Los nombres que perdurarán en la memoria de todos e irán pasando de boca en boca con una solemnidad que asustará,serán los de: DIONISIO PUNZÓN, JUSTO CAMPAYA, JOSE LUIS FDEZ-CABALLERO Y PEDRO-PABLO MARTIN-PALOMINO. Gloria a estos guerreros. He dicho.
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